lunes, 12 de septiembre de 2011

entrevista encontrada en uncampodecadaveres.blogspot.com. Aquí abajo el link:

http://uncampodecadaveres.blogspot.com/2010/02/cooper-como-escritor-me-da-curiosidad.html

I often think of you (Raymond Pettibon)

Lo que sigue es la traducción libre que hice de una entrevista titulada Dennis Cooper in conversation with Raymond Pettibon. El texto está incluído en el libro Raymond Pettibon compilado por Robert Storr (Editorial Phaidon, New York, 2001) en las páginas 8-30. Traducción libre quiere decir, en este caso, que tartamudeo el inglés. Mientras más me esfuerzo, más lo hago. La cuestión no me importó mucho a la hora de llevar a cabo el plan, pero sí alguien tiene ganas de corregir ideas, es bienvenido.

DENNIS COOPER CONVERSA CON RAYMOND PETTIBON

(Cooper) Como escritor, me da curiosidad tu relación a la literatura. Dado que el lenguaje y las imagenes visuales parecen tener la misma importancia en tu trabajo, me preguntaba si alguno de estos intereses precedió al otro.

(Pettibon) Desde el principio, la literatura fue tan importante para mí como el arte. Y probablemente, lo sigue siendo.

(Cooper) ¿Lees mucha ficción o poesía?

(Pettibon) Más que nada ficción, algo de poesía. Pero no he leído mucha poesía en los últimos diez años.

(Cooper) ¿Alguna vez quisiste ser escritor, en el sentido tradicional del término?

(Pettibon) Nunca he sido demasiado un escritor. Las primeras cosas que escribí con alguna extensión, estaban relacionadas a mi trabajo. Y aun no escribo narrativa de ficción per se. Las cosas más largas que he escrito, sin contar mis dibujos, son los guiones para mis vídeos.

(Cooper) ¿Piensas en tu trabajo como una respuesta a la literatura?

(Pettibon) Al principio, lo era. Para hacer una buena distinción: creo que mis primeros trabajos fueron caricaturas, pero éstas también fueron una respuesta a las caricaturas. Hay una delgada línea que separa ese trabajo de lo que hago ahora; pero es cierto que, de alguna manera, he cruzado una frontera abismal. Mirándolo a lo lejos, gran parte de mi arte puede parecer un montón de caricaturas. Pero pienso que hubo un punto específico donde crucé una frontera hacia otra cosa.

(Cooper) ¿Las asociaciones que haces entre lenguaje e imagen siempre fueron poéticas, aun cuando estuvieras haciendo algún tipo de cómic más tradicional?

(Pettibon) No. Las ideas siempre aparecen de la lectura y éstas son algo que ocurre de una lectura entre líneas; o bien son sugeridas, evocadas por un texto. Es como si estuviera nadando entre las palabras y las letras. Me sitúo en un estado de conciencia donde soy receptivo a las asociaciones. Más que cortar y citar, al menos como he pensado mi trabajo en los últimos diez años, las asociaciones son originalmente respuestas, reacciones o réplicas. Y siempre tuvieron relación con leer cosas del mundo en toda su extensión –medios, televisión, música, libros– más que con cuestiones personales o anecdóticas.

(Cooper) ¿Escritura e imagen siempre estuvieron asociadas para ti?

(Pettibon) Sí. Algunas veces me pregunto sobre la posibilidad de aspirar a una imagen por si sola. Lo he hecho, pero no creo que el resultado haya sido exitoso. Aun así, usualmente la imagen tiene algún tipo de narrativa conduciéndola. Algunas veces puedo prescindir de la imagen, usando solamente el lenguaje. Probablemente, es algo que hago más a menudo. Pero es raro que ocurra, supongo.

(Cooper) ¿Y sobre la literatura ilustrada? Ya sabes, los libros para niños –la serie de libros del Dr. Seuss, por ejemplo– o los libros de aventuras que usan ilustraciones seleccionadas. Podría asegurar que los leíste, como cualquier niño lo hace, pero quisiera saber si tienen alguna relación con el desarrollo de tu trabajo.

(Pettibon) No, no. Pienso que hay una gran diferencia entre la ilustración y lo que hago. Ni siquiera tengo la aptitud ni el interés en eso. Hay ilustradores cuyo arte depende de un esquema planificado, dibujando simplemente lo que la escritura describe. Ese tipo de cosas no me enganchan. Es sólo una manera de separar las páginas. Tampoco pienso que ese trabajo esté hecho de manera realmente afortunada. Hablo sobre el tipo de ilustraciones que puedes encontrar en un libro de Mark Twain o Robert Louis Stevenson, donde hay media docena de ilustraciones intercaladas en la historia, sin aportar mucho. La literatura infantil, los libros de cómics, los libros donde está claro que el lenguaje y la imagen nacieron en conjunto, combinados entre sí; esos son diferentes.

(Cooper) Los cómics pueden ser una linda boda de ambos registros.

(Pettibon) Nunca leí cómics hasta el final de mi adolescencia, y más que nada, éstos fueron una forma de aprender a dibujar. Veía los cómics como una extensión de las películas; debes entender que los cartoons de esa época eran casi lo mismo que decir Disney. He hecho historias como las de los cómics y es algo que quisiera hacer más. No existe alguna razón por la cuál no puedas hacer un buen trabajo por ese medio, tal como lo harías por cualquier otro. Los cómics son un asunto devaluado por la naturaleza de su audiencia.

(Cooper) ¿Te aproximaste a los cómics de manera inocente, como gran parte de los chicos lo hace; o en esa época estabas familiarizado con la relectura que hizo el pop-art de los cómics?

(Pettibon) Sí, lo estaba. Pero creo que tenía un punto de vista opuesto al que tenían casi todos los artistas pop. Lichtenstein podrá haber tratado a los cómics como un desecho de construcción de la gran producción americana, pensando que el arte era uno de los archienemigo de los cómics. He ahí su interés. Yo, al contrario, pienso que el medio en sí mismo es tan legítimo como cualquier otro. Eso, no es igual que afirmar que cada cosa hecha en forma de un cómic sea genial.

(Cooper) ¿Qué opinas de los autores de cómics underground como Robert Crumb o Spain Rodriguez, que algunos ven como artistas clásicos trabajando sin una forma clásica?

(Pettibon) No lo sé. No me siento cómodo trazando líneas fronterizas para separar las cosas. Supongo que es algo personal; depende más de los gustos de cada uno, que de algún tipo de investigación empírica sobre qué es que. Pienso que existen personas que han hecho -o están haciendo- cómics, cuyo trabajo no debe ser tratado con indeferencia. Crumb no es mi estilo, pero no creo que los cómics underground tengan que justificarse por su proximidad a las bellas artes.

(Cooper) Si insisto en los cómics, no es porque piense que la comparación sea una vía interesante para ahondar en tu trabajo.

(Pettibon) Tampoco lo pienso.

(Cooper) Pero es un punto de comparación común en los análisis de tu obra. Tampoco creo que la literatura sea la mejor manera de pensar tu trabajo. Pero son dos ángulos que emergen frecuentemente en la mente de los críticos.

(Pettibon) Si mi trabajo es juzgado basándose en cómo se para al lado de los cómics, entonces no tiene mucho sustento. Mis habilidades como realizador de vídeos o como dibujante no son cosas sobre las que necesite alardear. Poner en discusión mi trabajo en esos términos... bueno, es ridículo. Y en términos de la literatura, simplemente no es el lenguaje que uso. Mi trabajo no es literatura. Puede ser una combinación, pero es algo completamente diferente que los cómics o que la literatura.

(Cooper) Una de las cosas que realmente amo de tu obra es la manera en que logras que lenguaje e imagen mantengan una relación conspirativa, dirigiéndose juntas hacia un mismo propósito, pero chocando entre ellas. Me deja atónito como logras esto: los registros se cancelan mutuamente, al mismo tiempo que se complementan entre sí. Sé que probablemente no puedas discernir del todo cómo o por qué ocurre esto, pero ¿podrías darnos una pista?

(Pettibon) He estado haciéndolo por tanto tiempo y lo he hecho tantas veces, que se empieza a transformar en una fórmula. O podría, si dejara que ocurriera, cuestión a la que casi siempre escapo. Así es que quizás tú mismo podrías dar algunas pistas, pues lo que hice con tu obra fue casi una demostración del proceso.

(Cooper) No sé si podría. Todo lo que puedo decir es que creaste asociaciones que sentí como pensamientos extraídos de las decisiones que tomé al momento de escribir. Parecían pensamientos íntimamente conectados con decisiones originales, aquellas que fui tomando cuando escribí las oraciones y las frases que recortaste de mis textos. Eran asociaciones que yo no hubiera sido capaz de realizar sólo por medio del lenguaje; se encontraban en algún tipo de estado naciente en mi subconsciente. En mi escritura, me interesan los modos en que el lenguaje puede trascender sus fundamentos de lenguaje y funcionar tanto musicalmente –silabicamente, rítmicamente-, así como un medio para transmistir contenidos. Sentí como si respondieras a esa dualidad y quizás sentí una asociación con ese aspecto de mi trabajo, lo que por supuesto me emociona.

(Pettibon) Sí, mi arte es sobre el hacer asociaciones. Probablemente podrías escribir un programa computacional para que lo haga. Quiero decir, está hecho. Pero ahí tienes un sentido original de perspectiva que falta. Yo pienso que mi trabajo es exitoso cuando... bueno, uno de los criterios que uso es mirar la imagen y considerar que es algo que nadie más en el mundo podría haber hecho. Hay unas caricaturas geniales del New Yorker que cuando las veo, desearía haberlas pensado primero; pero al final, pienso que es la calidad del trabajo la que te hace decir: esto es algo que no podría haber hecho ni en un millón de años. De eso trato de hablar y hacer.

(Cooper) ¿Alguna vez te sentiste incómodo o restringido por el mundo del arte, el contexto de las galerías y los museos? Porque bueno, llegaste a hacer arte por un camino realmente inusual. Habiendo crecido en Los Ángeles y siendo parte de la escena punk de finales de los setentas, la primera vez que vi tu trabajo fue en fanzines, en flyers y en las portadas de discos de bandas como Black Flag y Minutemen. Estos son contextos bastante opuestos.

(Pettibon) Exhibir en galerías no es algo que me importe mucho, por un sinnúmero de razones. En primer lugar, se trata más de condiciones sociales y relaciones económicas. El momento cuando estuve trabajando en lo que considero mi estilo maduro, que es desde 1977 en adelante, yo ya pensaba mi trabajo como arte, tal como el trabajo de muchos artistas que exhibían en el circuito de las galerías. No hay ningún motivo por el cual tenga que disculparme. Mi trabajo nunca tuvo nada que ver con la ilustración, o el arte comercial, o algún tipo de propaganda. El hecho que algunos de mis dibujos fueran utilizados para portadas de discos o anuncios de lo que fuese, no importa. No fueron hechos con ese contexto en mente. El lugar dónde mis cosas se muestren es bastante irrelevante para mi. Está bien tener audiencia, pero podrían ser dos o tres personas. Es un cliché decirlo así, pero encierra una gran verdad. Me gustaría hacer más arte para pegar en los postes telefónicos, ese tipo de cosas. He planeado hacerlo por años, pero simplemente no lo he desarrollado. Aun hago libros a veces. De algún modo, prefiero esas maneras de mostrar mi trabajo que hacerlo en una galería. No lo digo por la naturaleza de mi trabajo, sino porque, como dije antes, es una cuestión de mi actitud en general. A esta altura, tendría más sentido para mí salirme del frenético circuito de las galerías, donde predicas a los convertidos al arte. Es un mundo muy pequeño.

(Cooper) Los libros son evidentemente una forma de esquivar todo eso.

(Pettibon) Sí. Y mi trabajo se da bien para la reproducción, casi siempre. Pero es cierto que mi caso no es recomendable para nadie que esté en el bullicioso mundo del arte, pues pienso que es improbable que alguien pueda hacerlo sin finalmente venderse. Y no es algo que recomendaría a los estudiantes de arte, para que se salgan del circuito. De cierto modo, creo que es una desgracia que el sistema de las galerías esté tan definido. Afecta la manera en la que pienso cómo hacer arte. Cuando empecé haciéndolo, el circuito era diferente a cómo es ahora; esa suerte de bolsas negociadoras de acciones en las que se han convertido casi todas las galerías. Y como sabes, no quiero tomarme mucho crédito por esto, pero pienso que mi trabajo ha servido para abrir las cosas. Puedes ver que ahora hay muchos dibujos mostrándose por ahí y está en la cabeza de las galerías la posibilidad de vender un pequeño número de obras de un artista, más que esperar que los coleccionistas de arte vengan a comprar una sola pintura o una escultura del tipo acción de la bolsa.

(Cooper) A pesar de todo, eres un caso único. Estás en algún lugar entre un artista como Mike Kelley, quien a esta altura trabaja exclusivamente en galerías y museos, y alguien como Mark González, quien exhibe en galerías, pero que en esencia es un artista callejero o populista.

(Pettibon) Sí, bueno, por cada artista como Mark González hay un trillón de malos artistas de museos, y por cada Mike Kelly hay un trillón de malos artistas callejeros. Por ende, no quiero alentar a nadie a pensar que hay un gran reservorio de artistas callejeros que son geniales y que nadie ha descubierto, porque desgraciadamente no es el caso. Mark González es una excepción. Yo también lo era, supongo.

(Cooper) Quiero preguntarte un poco más sobre el trabajo que hiciste para estos flyers punk y las portadas de discos. Mencionaste que tu trabajo no estaba inlfuido de ningún modo por la música.

(Pettibon) No, excepto por uno o dos casos donde algún cabezahueca pudo haber venido a verme y decir que tenía una gran idea: ¡Oh, tienes que hacer esto! Y algunas veces, sólo por la amistad con la gente involucrada, yo podría haber usado su idea. Pero por lo general, si hacía la portada de un disco prefería hacer todo el trabajo sin ningún tipo de ataduras o referencias obvias, y no necesariamente mi trabajo, aun en el caso de las portadas, era un proyecto de ilustración. Puede seguir estando por fuera de eso, aún en tales casos.

(Cooper) ¿Tu asociación temprana con el punk es una mala pista para entender tu trabajo? Digo, para leer ese período de tu trabajo. Al menos en algunas actitudes compartidas, siento como si hubiera una compatibilidad inusual. Pero además, el lugar omnipresente de tu trabajo en flyers y portadas de discos a finales de los setentas, hizo mucho para definir la imagen del punk.

(Pettibon) Bueno, nunca he sido músico, así es que jamás me sentí restringido por alguna asociación con el punk. No sé si mi arte estuvo realmente influido por el punk. Nunca lo pensé demasiado. Pero de algún modo, estaba la calidad de la música que venía del punk. Y eso es realmente una gran cosa, especialmente considerando los tiempos. Sólo en ese sentido el punk podría haberme influido, cómo lo hizo con un montón de gente. Pero es como lo que decíamos sobre la escena de las galerías. El punk tiene el mismo tipo de marco institucional para operar, de un modo más haragán, claro. De todos modos, el mundo del arte no tiene ese do-it-yourself que el punk tiene como mejor atributo.

(Cooper) Ciertamente existe un tipo de relación ahí. Como artista, eres la encarnación de la ética do-it-yourself.

(Pettibon) Sí. Pero volviendo a los días del punk, en esa época prefería orientarme a evitar las referencias contemporáneas. Mis esbozos de las bombas nucleares o los hippies, o lo que fuese, eran referencias de los años cincuentas y sesentas. La primera vez que hice un dibujo sobre el punk fue después de los hechos, a finales de los ochentas. Pero bueno, eso está realmente lejos del punto, porque la cuestión es que no soy un artista de actualidad y suelo mantener una distancia histórica con mis temas. La cuestión del punk es sólo una especie de condena por esta lógica de las asociaciones. Es la misma cosa con los libros de cómics, o las ilustraciones, o cartoons, o las portadas de discos de rock. Es la respuesta automática al dime con quién andas y te diré quién eres. Es a lo que el 99% de las personas reacciona. No es una batalla donde quiera pelear. No me importa, es una perdida de tiempo. Cada vez que me piden hablar, la gente quiere hablar sobre rock and roll. Lo haría si no tuviera que ligarlo con mi trabajo. Tal actitud sólo muestra la obsesión que tiene la sociedad con el rock y su cultura; incluso, hoy en día, más que con el arte.

(Cooper) Cambiemos de tema entonces. ¿Tienes algún interés particular en algún artista contemporáneo que use el lenguaje de un modo significativo en su trabajo? Digo, Lawrence Weiner o Jenny Holzer o Sean Landers, incluso.

(Pettibon) Me gustan los tres, pero pienso que se me ha asociado a este tipo de artistas más de lo que realmente vale la pena. Con los años, ha habido cierta predisposición, una suerte de tendencia antiliteraria hacia gran parte del arte contemporáneo. A veces, puede llegar a ser escandaloso y se transforma en un deseo más que en otra cosa: escribir directamente en la tela. No es lo que yo hago. Sin embargo, el arte abstracto puede tener títulos que resultan poéticos y a veces, eso me interesa. Siempre ha habido un elemento literario en el arte, pero no está jugado necesariamente en el trabajo de artistas que usan el lenguaje de una manera obvia.

(Cooper) Creo que a lo que quiero llegar es a saber si sientes cierta afinidad con algunos artistas visuales que trabajan con el lenguaje de una manera explícita.

(Pettibon) ¿Una afinidad? Eso no es algo fácil de responder, porque hablas de una respuesta emocional. Honestamente, puedo decir que cuando veo su trabajo no siento una asociación. Veo mucho arte usando el lenguaje como una manera de jugar con el público, usandolo como una manera de dar pequeñas indicaciones de lectura. No es algo que haga o que me preocupe.

(Cooper) Obviamente, las emociones son determinantes en tu trabajo. O eso imagino, pues a menudo tengo una fuerte respuesta emocional a él. ¿Encuentras que algunas emociones son más inspiradoras o más fáciles de traducir que otras?

(Pettibon) Bueno, quisiera expresar mi desacuerdo con la idea que el arte que hago tenga algún tinte emocional. Por cierto, existen artistas más distantes que yo en ese campo, pero pienso que, para mejor o peor, de algún modo estoy fuera de todo eso. Mi trabajo no nace de una emoción. No lo extraigo de algún tipo de sensación o excitación. En parte, es un modo de trabajo que refleja mi personalidad, supongo.

(Cooper) Pero cuando usas el lenguaje, se me hace bastante claro que a menudo estás localizando una emoción; da igual si es tu emoción o no. Podría ir aun más lejos, afirmando que gran parte de las frases que he visto en tu trabajo trazan estados emocionales: tristeza, esperanza, miedo, éxtasis. ¿Me estás diciendo que todo nace de una decisión puramente formal?

(Pettibon) Sí, siempre lo he considerado más como una cosa formal. Pienso que esto nos lleva a una de tus primeras preguntas. Si mi trabajo naciera de alguna fuente emocional, entonces podrías estar capacitado para leerlo autobiográficamente; pero no es así. Es parte de él que permita a las personas leer los sentimientos de los cuales habla. El punto que nunca fui ni seré un punk rocker es un buen punto para entenderlo. De todos modos, he estado pensando de manera conciente alguna manera de hacer mi arte más político. Y en ese sentido, he pasado algo más allá del puro ejercicio formal; pero es distinto.

(Cooper) ¿Político? ¿En qué sentido?

(Pettibon) Bueno, no quiero decir que mi meta sea influenciar personas. No quiero decir que sea propaganda, porque no pienso que dicha influencia sea posible. No sé realmente qué es, tan sólo es algo que vengo pensando.

(Cooper) Entonces, si tengo una respuesta emocional a tu trabajo ¿es una reacción incorrecta?

(Pettibon) No, por supuesto que no. Sólo digo que la intención del artista es irrelevante. Quiero decir, nadie en estos días, sabe quién era Shakespeare. Pero eso realmente no nos importa.

(Cooper) Esta debe ser una pregunta difícil de responder, pero cuando te apropias de algunas líneas y frases de la literatura ¿qué hace que el trabajo de un escritor en particular te cause a querer tomar prestadas y transformar sus palabras? Si te es más fácil hablar de un ejemplo específico ¿Qué pasa con Henry James, a quien has citado mucho en tu trabajo?

(Pettibon) No sé qué tan bien podría responder eso. Tomar a un escritor como James... bueno, él escribe oraciones realmente laberínticas (oscilantes, ondulantes) que son parte de la narrativa de sus novelas; pero cuando haces un tipo de disección en su escrito, sacando las oraciones de su contexto, te das cuenta que algo está pasando en ellas mismas. A veces me parece que tales fragmentos no forman parte de sus frases originales, como si estuvieran ahí diciéndome algo más, más específico.

(Cooper) Entonces cuando lees, digamos una novela de Henry James, asumo que no lo haces de la forma en que una persona en un avión podría leerla. Asumo que siempre estás pensando en el lenguaje y cómo éste trabaja.

(Pettibon) Sí, no me pierdo en una novela en el sentido de ir perdiéndose en el curso narrativo de la historia. Es algo que no vuelves a hacer. Tal como cuando un cineasta ve una película y está siempre pensando sobre cómo las escenas fueron ordenadas, editadas y encuadradas. Lo mismo con los músicos. He conocido muchos músicos que simplemente perdieron su habilidad para escuchar música. Se volvieron hipercríticos con la calidad de las grabaciones y escuchan las canciones en partes diseccionadas del todo. Supongo que es la razón por la cuál la narrativa per se no me interesa más. No puedo leer una historia de aventuras o lo que fuese. Como leer el diario. Yo solía leerme todo el diario, me tomaba horas para hacerlo. Ahora lo leo buscando cosas para mi trabajo –esto no significa que lo lea del mismo modo en que podría leer la literatura que afecta a mi creación. El periodismo es algo que saqué de mi cabeza creativa. Pero a lo que apunto, es que mi mente y mis ojos se fueron entrenando con los años; de modo que hasta ahora, esto fue convirtiéndose en una cosa mecánica, en la que mi ojo simplemente va a paso lento buscando. Aun así, pienso que quizás no es algo del estilo personal, o una cosa netamente formal, lo que decide por qué cierto escritor forma parte de mi trabajo. Probablemente, sólo sea que hay algunos escritores que me gusta leer y quienes me llaman a ser parte de su vida. Seguramente, así es como pasan las cosas.

(Cooper) ¿Cuál sería la reacción ideal a tu trabajo? Me refiero, por ejemplo, a un niño diciendo: ¡Oh! ¡Dios mío! Amo estos dibujos, son demasiado cool. ¡Es el mejor arte que he visto en todo el mundo! O por otro lado, alguien que haga un análisis erudito de tu trabajo basado en una idea informada de su relación a la historia del arte. ¿Alguna de estas reacciones te resulta más agradable?

(Pettibon) No es algo que realmente me preocupe. Pero bueno, no tiene mucha relación con ese tipo de feedback común. Aunque sí, por supuesto existe una respuesta ideal, pero no sé si puedo definirla claramente.

(Cooper) Me parece que es perfectamente posible que alguien que no sepa nada de arte contemporáneo reaccione profundamente a tu trabajo y que eso no sería una respuesta inadecuada. Digamos alguien que reaccione visceralmente, como un tipo de poeta.

(Pettibon) Sí. Pero pienso que si alguien es completamente iletrado, obviamente va a perderse de algo. Alguien completamente idiota quizás va a estar en mejores condiciones de sacar un poco más de provecho. Mi trabajo no hace lo que podríamos llamar chistes internos o alusiones al arte o la literatura; de modo que no es cierto que si supieras las referencias, estarías en condiciones de aportar algo más. Son muchas cosas las que pasan en un solo dibujo, al mismo tiempo. Evidentemente, no todos van a poder capturarlo todo. No lo espero. Y bueno, a veces puede haber alguna alusión personal que no espero que alguien entienda. Muchas veces pienso que mi trabajo logra su cometido cuando sé que alguien se está riendo. Eso es algo que me agrada. Quizás es la reacción ideal.

(Cooper) Algunos motivos e imágenes retornan constantemente en tu trabajo. Hay algunos ejemplos obvios, como Superman o Vavoom o Charles Manson, quien aparece constantemente por un par de años y luego desaparece de tus dibujos. Además hay temas más generales, como el surf o el baseball, que parecen recorrer todo el cuerpo de tu obra.

(Pettibon) Sí. Pienso que cualquier imagen en particular (sea la que sea) que haya usado repetitivamente, nace por vez primera cada vez que la uso. La imagen no está conectada con el uso que tuvo anteriormente. No hay algún gran esquema de las cosas. Por alguna razón, simplemente parto de ahí otra vez, supongo que si lo hago es porque tengo más cosas que decir sobre un tema. Es algo que ocurre. Creo que podríamos usar el término bola de nieve. El efecto bola de nieve. Pero tendría que hablar de cada imagen que he dibujado, de forma individual, para poder especular las razones sobre por qué algunas de ellas se van repitiendo.

(Cooper) OK. Entonces digamos, el surf. Por un lado, eres un californiano que creció y vivió cerca de la playa, así es que la asociación en ese caso es casi natural. Pero al mismo tiempo, hay una cualidad casi utópica del imaginario que creas para el surf y el mar, como si la idea del surf estuviera más próxima a un sueño que a algo que te es cercano.

(Pettibon) No surfeo mucho, pero crecí con eso. Nunca llevé la bandera del surf. Pero sí, con algunos de los motivos que uso, como el surf o el baseball o las carreras de vehículos, mantengo una relación activa. Esto no significa que tenga un anhelo con ellos. No es una relación personal lo que lo explica.

(Cooper) Así es que el hecho que vives cerca de la playa y hayas surfeado es completamente inútil para explicar la recurrencia de este imaginario en tu trabajo.

(Pettibon) Sí, realmente no son mis obsesiones. Podría hacer miles de dibujos de alguna cosa, pero eso no significa que es algo que me importe más que otras cosas. De todos modos, algunas cuestiones del surf o el baseball me interesan más que las que ocurren en otros deportes y ese es un factor importante. Pero eso no me aporta mucho. No es algo personal.

(Cooper) ¿De modo que, en el caso del surf, encuentras que el motivo es multiplicable sólo por una cosa formal?

(Pettibon) Algunas veces es un interés visual. También puede ser la manera en que algo como el surf logra describir a una sociedad y las personas que están en ella. He hecho muchos dibujos e impresiones de ese imaginario. Tiene esta naturaleza épica, una naturaleza algo sublime, que casi te pide que la reproduzcas a tamaño gigante en un muro. De modo que hay algunas imágenes donde tengo razones para volver a hacerlas muchas veces. Pero con algo como Batman o Superman, por ejemplo, ellos representan más para mí que... Operaman, por ejemplo. Existe una razón por la cual usaré muchas veces esas imágenes. Es lo que representan para mí.

(Cooper) ¿Las ves como una crítica a los valores americanos?

(Pettibon) Muchas veces, sí. O suelo dibujar mucho un tren, por ejemplo, porque es una metáfora de una frontera, supongo. Digo, no siempre, pero algunas imágenes son útiles en ese modo, para representar algo general, penetrante y claro.

(Cooper) Las imágenes de Charles Manson funcionan en ese sentido también, me imagino.

(Pettibon) Sí. Quiero decir, no soy un discípulo de Charlie. Es algo que usualmente la gente asume. Charles Manson no es una obsesión personal.

(Cooper) Charles Manson tiene un significado común, está asociado al último demonio, un criminal loco que, además de todo, ayudó a destruir la cultura hippie. También simboliza a un hipster, como el último héroe/filósofo amoral y anti-sociedad. Se puede hacer mucho con lo que representa y hay muchas opiniones preformadas sobre él para oponerlas.

(Pettibon) Seguro. Manson es una especie de taquigrafía, algo que está escrito listo para usarse. Creo que si tomas un libro entero, una serie de imágenes para trabajar, entonces podrías crear tu propio personaje como Manson, inventar tu propio líder de culto, sus actividades y todas las cosas que pueden girar sobre él. Pero Manson ya viene con todo ese bagaje, así es que él es realmente útil.

(Cooper) ¿Piensas que hay una línea narrativa que englobe el recorrido de tu trabajo? Si alguien tomara todos tus dibujos, disponiéndolos en conjunto de manera cronológica ¿habría una revelación? ¿Se revelaría un significado mayor?

(Pettibon) He pensado sobre ello. No debería haber ninguna directriz. No me siento como un personaje de caricaturas o un dibujo diagramado; por lo que mi trabajo no refleja eso. No pienso que tal tipo de disposición de mi obra pudiera realmente reflejarme. Sin embargo, algunas veces pienso que podrías ver mi trabajo y aprender muchísimo sobre la sociedad americana. No es lo que intento hacer, pero dicha idea tiene su propio interés, también. Por lo tanto, pienso que podrías poner todos mis dibujos en orden, pensándolos de ese modo, pero generarías una línea oscilante, algo zigzagueante, tortuosa incluso.

(Cooper) ¿Y qué tal si tomamos todos los dibujos que has hecho sobre un tema en específico, digamos Batman, disponiéndolos sólo a ellos en orden?

(Pettibon) ¿En orden cronológico?

(Cooper) O no. Solamente aislando ese trabajo, ya sea para exhibirlo en conjunto o para publicarlo en un libro. ¿Qué piensas que le pasaría, si acaso ocurriera, a tu trabajo o a nuestra comprensión de éste?

(Pettibon) No, creo que no pasaría nada. Si quisiera hacerlo, haría algo nuevo; como un libro de cómic, una narrativa de ese tipo; o lo haría como una secuencia, o como una película o vídeo, cosa que he hecho antes. Tengo escrito un guión sobre Batman.

(Cooper) ¿Ha sido filmado?

(Pettibon) No. No tengo mucho tiempo libre. Ha pasado mucho tiempo desde que hice un vídeo.

(Cooper) ¿Sigues interesado en hacer vídeos?

(Pettibon) Sí. Es cuestión que lo desarrolle. La parte de la dirección no me interesa. La parte escrita, sí. Pero creo que la parte que podrías llamar la arista de la producción, un grupo de personas trabajando juntas en un equipo, eso es difícil. Existen tantos idiotas. No es algo que busque hacer de nuevo. Sólo podría escribir un guión, dejarlo existir como tal y dejarlo ahí.

(Cooper) ¿Has considerado publicar una recopilación de guiones?

(Pettibon) No, porque no existe una buena razón para no filmarlos. Publicarlos sería algo así como darse por vencido en la tarea. Puede suceder o puede que no, pero no es algo que forzaría.

(Cooper) Según sé, el último vídeo que hiciste fue The holes you feel en 1994, sobre John Lennon y Yoko Ono. Nunca fue terminado ¿no?

(Pettibon) Hice una edición, una vez fue exhibido así.

(Cooper) Fui a esa exhibición, en el antiguo espacio que tenía Brian Butler en Santa Mónica. Mi sensación fue que mostraste una edición muy preliminar, algo tosca, de ninguna manera parecía terminada.

(Pettibon) Sí, bueno... OK. Es una buena descripción del estado de las cosas. Fue un desastre hacer ese vídeo. El idiota que se suponía iba a interpretar a John Lennon simplemente decidió desaparecer a la mitad del trabajo; siendo que el vídeo tenía una fecha programada para ser exhibido. Solía pasar que podía hacer vídeos en un par de días, sin ningún problema. Pero bajo tales circunstancias era ridículo. De todos modos, haré algo con esa filmación y la terminaré.

(Cooper) Definitivamente deberías. Había cosas fantásticas en ella.

(Pettibon) Sí, eso es un problema. Tiene algunas de las mejores actuaciones que he tomado. Frances Stark estaba increíble en su rol como Yoko. Los demás involucrados también staban realmente bien. Lo mejor que podría ocurrir es volver a juntar a esas personas para retomarlo, pero no sé. Quizás debería lanzarlo tal como está. No soy ningún perfeccionista cuando se me presentan este tipo de actitudes aburridas. Y pienso que los vacíos y errores tienen alguna manera de llegar a la audiencia, transformándose en algo interesante.

(Cooper) ¿Piensas que existe alguna diferencia en los modos que el lenguaje opera en tus dibujos y tus vídeos? ¿Ves procesos diferentes para cada formato?

(Pettibon) No conscientemente. En algún punto, los dibujos pueden tener mucho en común con algo tal como el formato de vídeo. Ambos implementan una suerte de comienzo y quizás un pasado y un futuro. Pero por otro lado, por alguna razón, algunos temas parecen asumir que necesito escribir un guión. Me gusta escribir diálogos, aun cuando mis dibujos también tienen mucho diálogo. Algunos dibujos quizás empiezan con una línea y van creciendo. Si una línea no funciona, no está todo perdido. Esto no significa que un dibujo nunca estará perfectamente hecho, como un trabajo terminado, potencialmente. Algunas veces termino cubriendo todo con palabras. En ese caso, existen muchas similitudes entre ambos formatos, en el sentido del parecido que un cómic puede tener con los dibujos humorísticos de los diarios o con los storyboards; y el cómic puede llegar a ser justamente indistinguible de éstos.

(Cooper) Nunca trabajaste con la fotografía ¿cierto? Se me viene a la cabeza que es un medio que pareciera que nunca has desarrollado.

(Pettibon) No. He considerado hacerlo. Tan sólo es que técnicamente estoy en otras cosas. No hay una verdadera razón por la cuál no pudiera hacerlo. Mucho de mi trabajo podría funcionar bien en un formato fotográfico. Quizás es como el problema que tengo con los vídeos. Mi manera de trabajar, dibujando, parece ser la correcta la mayor parte del tiempo, porque estoy sólo yo en el proceso. No tengo que hacerlo con nadie más. Soy realmente muy poco exigente para andar controlando las cosas. Pero existe un tipo de psicología que mucha gente tiene. Mientras más libertad les das, peor la manejan. Es más fácil, mucho más fácil, hacer las cosas por mi mismo. Eso es lo realmente bueno de poder trabajar de esta manera. No tengo responsabilidad sobre nadie más. Ya sabes, también he escrito canciones y me es difícil llegar a grabarlas porque hay mucha gente involucrada en el proceso. Como dije, no soy perfeccionista. No me importa la técnica, la práctica o la producción. Pero no se hace. Las cosas simplemente no se hacen. De modo que, esas son las razones por las que llego a hacer mi trabajo y me mantengo haciéndolo del modo en que lo hago. Sólo es eso. Ha pasado tiempo desde que he hecho vídeos o música u otra cosa que no sea dibujar. Pero como sabes, cuando me meta en eso...




miércoles, 22 de junio de 2011

jueves, 9 de junio de 2011